Texto de la Bendición del Azulejo a Ntro. Padre Jesus de las Penas.

A poco más de un dia para que Contigo comience Nuestra Melancolia, nos encontramos, Padre Nuestro de las Penas, muy cerca de las paredes que te vieron nacer, muy cerca de tus vecinos que te vieron crecer, muy cerca de esos adoquines por dónde, Gracias a unos Valientes, echaste Tú izquierda adelante y comenzaste Tú caminar. Es por eso que queremos engrandecerte y a la vez dar Gracias a esos hombres, desconocidos entre si por fuera, pero hermanos por Ti en sus adentros, que hace la friolera de treinta y cinco años formaron lo que a nuestros días ha llegado como llega el amor verdadero por las cosas, por Tus cosas, desde la nada. Y desde la nada nació Tú Cuadrilla. Y desde entonces...

Por dónde pusiste el pie,

hay huellas de Luz distinta

que está de luces encinta,

por eso cuidamos de no pisar

de no romper, espejos por dónde te ves.

Preferimos quedarnos aquí

sin rozarte tus vestidos.

Hay amores tan rendidos,

que son felices así...

Y es que Tú, Señor, ya camines a las órdenes de Ignacio Torronteras, Rafael del Olmo - que en tu Gloria estén- de Curro, de José Antonio, de Federico, de Antonio, haces que quién te míre, quién te vea, quién sepa apreciarte, se le escape un óle enmudecido, de esos que salen del corazón sin que las palabras tercien sonido. Y ésto es posible porque todo en Ti es Grande, porque Todo eres Tú y... ¡¡Tú eres más Tú que nadie!!

Y porque todo lo puedes, llevas treinta y cinco años contando con una Família que te sirve de ciego guía. Y digo bien, Familia, ya que por Tú grandeza haces que a Ti se llegue nadie y se regrese todo. Y asi es como a Ti llegamos, pasando por cada parte de Tú cortejo, haciendonos bien a Ti, a Tú medida, hasta tener la suerte de llegar a Tus trabajaderas, esas que igualan hombres y hacen que ya sean diecinueve o treinta y cinco corazones, se unan y resuenen por Ti una tarde entera al llegar la Primavera.

Y por el mismo motivo que has echo posible que esto se produzaca treinta y cinco años después de Tú primera Cuadrilla de Hermanos Costaleros, creo que puedo pedirte por boca de todos los aqui presentes que no se acabe nunca ese áire fresco que trae La Esperanza, ese áire que presume de nacer aquí, en Santa Marina, y que sin prisas, a Tú manera, dentro de otros tantos años sean los infantes que pueblan nuestra cofradía los que aquí se den cita y recuerden que por Ti se derramaron lágrimas, risas, amistades, vivencias...

Porque por mucho que corra el tiempo, la gente que pase por este azulejo podrá ver que...

Igual que ayer permaneces,

saliendo poco de Tú casa más cuando lo haces

"amorenas" Tú plaza y la floreces.

Tan altanera estampa conjuga un cuadro de Pasión.

Tus ojos y manos son del pueblo los aledaños

y siempre quita desengaños,

éste Gitano de dulce perfil que dicen que por abril

cumple diecinueve años.

He dicho.

Francisco Manuel Poveda Ráez.

Viernes de Dolores 15 de abril de 2011.